CELEBRACION DE LA 1ª COMUNIÓN

 CELEBRACIÓN DE LA PRIMERA COMUNIÓN

La primera comunión es una ceremonia religiosa que conmemora la participación de los niños y niñas en el sacramento de la eucaristía.

Se trata de un momento muy especial para los creyentes, ya que se considera que reciben el cuerpo y la sangre de Cristo por primera vez.

Los orígenes de esta celebración se remontan al siglo IV, cuando los cristianos empezaron a bautizar a sus hijos recién nacidos. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIII cuando se estableció la edad de la razón (alrededor de los ocho/diez años) como requisito para recibir la comunión.

Fue en el siglo XX cuando se produjo una mayor uniformidad y difusión de la primera comunión. El papa Pío X, en su decreto Quam singulari de 1910, ratificó la edad de la discreción como la adecuada para recibir la Eucaristía y animó a los padres y catequistas a instruir a los niños en la fe. Además, promovió la comunión frecuente y diaria, como medio de santificación y crecimiento espiritual.

Desde entonces, la primera comunión se ha convertido en una tradición muy arraigada en la cultura católica, que implica una preparación previa de los niños y niñas, así como una fiesta familiar y social después de la ceremonia.

La celebración de la primera comunión suele tener lugar en la primavera, coincidiendo con el tiempo pascual.

Se realiza en el marco de una misa comunitaria, donde los niños y niñas reciben la Eucaristía por primera vez de manos del sacerdote o del obispo. Es un momento de gran emoción y alegría, que se comparte con la familia, los amigos, los catequistas y la parroquia.

Los niños y niñas suelen vestir de blanco, que simboliza la pureza y la inocencia, y llevan algún distintivo que los identifica como comulgantes, como una vela, una cruz o un rosario.